El Tzalam, una especie de árbol de la región maya muy apreciada en México. Es bastante elegante, con vetas muy marcadas y exuberantes que hacen que los objetos sean muy originales y diferentes entre sí. A pesar de la fuerza de sus vetas, la madera de Tzalam tiene la virtud de crear ambientes cálidos, propios para cualquier tipo de decoración.
El árbol en su hábitat natural llega a medir alrededor de los 30 metros y una de sus funciones ecológicas es interesante pues surge en lugares que han sufrido algún incendio, tiene la capacidad de enriquecer la tierra con hidrógeno.
Debemos recordar que de acuerdo con algunos autores, los mayas no tenían cementerios, sino que enterraban a sus muertos en los propios patios de su casa. Esto le da un significado especial a la celebración de muertos pues la ofrenda se prepara en casa para que los familiares vengan a probar sus platillos preferidos. Por lo tanto su madera tiene un papel importante en los rituales religiosos, se usa en el proceso de preparación del “pib”, un delicioso guisado que se prepara.
Si seguimos las enseñanzas de los sabios antiguos que por el tiempo en el que vivieron estaban mucho más conectados que nosotros con la naturaleza, maderas como el tzalam son los adecuados para usarse en diferentes ambientes, simplemente porque nacieron para responder a las características del clima en donde seguirán subsistiendo de madera.
Al adquirir productos de madera con empresas que siguen programas sustentables y avalados por asociaciones y gobiernos, no sólo se está integrando un producto que es tradicional en la cultura, sino que también se está participando en la creación de empleos y el aumento de la mancha verde con bosques de madera preciosa.